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Documento en forma de Exhortación Apostólica de Juan Pablo, publicada el 16 de Octubre de 1979, recogiendo las intervenciones y las líneas de acción pastoral sugeridas por los miembro del Sínodo de Obispos celebrado en Roma en Octubre del 1977.
Los contenidos del Sínodo, por voluntad de Pablo VI, se centraron en la catequesis y la acción educativa de la Iglesia. El Sínodo de cuatro años antes se había centrado en la Evangelización y Pablo VI con sus aportaciones publicó la Exhortación "Evangelii nuntiandi". El tema de la catequesis se presentó como un complemento o segunda parte de la visión anterior. El fallecimiento del Pontífice dejó para su sucesor Juan Pablo II la configuración de la exhortación prevista, la cual se retrasó un par de años por este motivo, factor que influyó en una mejor preparación del encuentro.
El contexto del documento se sitúa, pues, en la inquietud de la Iglesia por la atención educativa a todas las edades y el deseo de superar la relación entre catequesis e infancia, con olvido de las otras edades o de las diversas circunstancias sociales en que la educación de la fe se desenvuelve en la actualidad. En la Exhortación se amplia la visión de la catequesis y se proyecta la responsabilidad educadora a todas las edades y en los diversos entornos humanos en los que discurre la vida de las personas: familia cristiana, centros escolares, grupos juveniles y, por supuesto, parroquia.
El texto se queda en principios y consideraciones generales, al estilo de un “Tratado de Catequética". No se detiene en análisis profundo de las cuestiones sociales y eclesiales de los tiempos recientes ni da consignas operativas. Sin embargo es lo suficientemente rico para que resulte el mejor documento estrictamente catequístico del siglo XX, por su sistematización y por su poder estimulante para la reflexión e incluso para la acción
De forma especial tiene el mérito de recordar que hoy la catequesis no debe ser entendida como sólo acción infantil y orientada a la gente sencilla, sino que es una tarea que afecta a todos los creyentes que deben someterse a procesos oportunos de educación y actualización permanente.
En este sentido es documento excelente e iluminador. No resuelve jerárquicamente las grandes incógnitas de los tiempos modernos, pero da pistas para una reflexión sistemática. No se le puede pedir otra cosa, dada la referencia mundial hacia la que se dirige y la complejidad de los temas educativos que trata.
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ESQUEMA DE LA CATECHESI TRADENDAE
INTRODUCCIÓN
La última consigna de Cristo
Recuerdo a la solicitud del Papa Pablo VI
Referencia al Sínodo fructuoso y sus consignas
I. TENEMOS UN SOLO MAESTRO: JESUCRISTO
Es modelo de toda catequesis, que es mensajero u el mismo mensaje.
Catequizar es exponer la doctrina de Cristo, en comunión con Él mismo.
Es transmitir la doctrina de Cristo, único Maestro.
II. UNA EXPERIENCIA TAN ANTIGUA COMO LA IGLESIA
Fue la misión de los Apóstoles. Catequesis en la época apostólica.
Los Padres de la Iglesia. Los Concilios primeros.
Catequesis: derecho y deber de la Iglesia. Es tarea prioritaria.
Es responsabilidad de todos y requiere renovación continua y decidida.
III. LA CATEQUESIS EN LA ACTIVIDAD PASTORAL Y MISIONERA DE LA IGLESIA
La Catequesis es etapa y forma de la evangelización. Es complemento.
Finalidad específica de la Catequesis. Necesidad. Debe ser sistemática
Catequesis se basa en la experiencia vital. Prepara a los Sacramentos
Es tarea de la comunidad y se actúa desde la comunidad.
IV. TODA LA BUENA NUEVA BROTA DE LA FUENTE
El mensaje se expresa por el Credo: Expresión doctrinal privilegiada
La integridad del contenido es exigible. Los métodos pedagógicos son variables.
Dimensión ecuménica y católica de la Catequesis
V. TODOS TIENEN NECESIDAD DE LA CATEQUESIS
Importancia prioritaria en los niños y en los jóvenes
Cada edad los suyo: Párvulos, Niños, Adolescentes, Jóvenes. Adultos
Adaptación a cada situación: Minusválidos, descarriados, catecúmenos.
VI. MÉTODOS Y MEDIOS DE LA CATEQUESIS
Hay que usar los medios de comunicación social.
Y se debe dar en múltiples lugares, momentos o reuniones.
Los instrumentos pueden ser muchos: homilía, escritos, catecismos
VII. CÓMO DAR LA CATEQUESIS
Hay variedad de formas al servicio de la Revelación y de la Conversión.
Hay que encarnar el mensaje en las culturas. Las devociones populares
Memorización. Aprender y recordar tiene importancia
VIII. LA ALEGRÍA DE LA FE EN UN MUNDO DIFÍCIL
Formar para una identidad cristiana clara, alegre y personal
Acomodar los lenguajes las exigencias de la doctrina.
La Catequesis se debe fundar en la Teología sana.
IX. LA TAREA NOS CONCIERNE A TODOS
Todos son responsables: Obispos, sacerdotes, religiosos, laicos
Valor especial de los catequistas laicos: parroquia, en familia, en la escuela
Necesidad de Institutos de formación.
CONCLUSIÓN: El Espíritu Santo Maestro interior ty María, modelo en la Iglesia.
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